viernes, 23 de octubre de 2009

Impacto ambiental del cemento


Impacto ambiental de la industria del cemento.
La industria del cemento tiene un impacto ambiental negativo importante para la salud, en función de su localización con relación a centros poblados.
La industria del cemento incluye las instalaciones con hornos que emplean el proceso húmedo o seco para producir cemento de piedra caliza, y las que emplean agregado liviano para producirlo a partir de esquisto o pizarra. Se utilizan hornos giratorios que elevan los materiales a temperaturas de 1400 ºC. Las materias primas principales son piedra caliza, arena de sílice, arcilla, esquisto, marga y óxidos de tiza. Se agrega sílice, aluminio y hierro en forma de arena, arcilla, bauxita, esquisto, mineral de hierro y escoria de alto horno. Se introduce yeso durante la fase final del proceso. La tecnología de hornos de cemento se emplea en todo el mundo. Usualmente, las plantas de cemento se ubican cerca de las canteras de piedra caliza a fin de reducir los costos de transporte de materia prima.

Impactos ambientales potenciales
Las plantas de cemento pueden tener impactos ambientales positivos en lo que se relaciona con el manejo de los desechos, la tecnología y el proceso son muy apropiados para la reutilización o destrucción de una variedad de materiales residuales, incluyendo algunos desperdicios peligrosos. Asimismo, el polvo del horno que no se puede reciclar en la planta sirve para tratar los suelos, neutralizar los efluentes ácidos de las minas, estabilizar los desechos peligrosos o como relleno para el asfalto.
Los impactos ambientales negativos de las operaciones de cemento ocurren en las siguientes áreas del proceso: manejo y almacenamiento de los materiales (partículas), molienda (partículas), y emisiones durante el enfriamiento del horno y la escoria (partículas o "polvo del horno", gases de combustión que contienen monóxido (CO) y dióxido de carbono (CO2), hidrocarburos, aldehídos, cetonas, y óxidos de azufre y nitrógeno). Los contaminantes hídricos se encuentran en los derrames del material de alimentación del horno (alto pH, sólidos suspendidos, sólidos disueltos, principalmente potasio y sulfato), y el agua de enfriamiento del proceso (calor residual). El escurrimiento y el líquido lixiviado de las áreas de almacenamiento de los materiales y de eliminación de los desechos puede ser una fuente de contaminantes para las aguas superficiales y freáticas.
El polvo, especialmente la sílice libre, constituye un riesgo importante para la salud de los empleados de la planta cuya exposición provoca la silicosis. Algunos de los impactos mencionados pueden ser evitados completamente, o atenuados más exitosamente, si se escoge el sitio de la planta con cuidado.

Impacto ambiental de la cerámica


IMPACTO AMBIENTAL DE LA CERÁMICA.
El ámbito de actividad "Cerámica fina y de construcción" comprende los ramos industriales siguientes:
Cerámica de construcción: Ladrillos, tejas, gres, arcilla expandida, azulejos y baldosas, material refractario
Cerámica fina: Productos de alfarería, loza, gres fino, porcelana, electroporcelana, loza sanitaria, muelas y cuerpos abrasivos
Cerámica técnica.
La mayor parte de las empresas de la industria de cerámica de construcción y fina están ubicadas en las inmediaciones de yacimientos de arcilla. (La extracción de las materias primas sólo se aborda superficialmente en este capítulo; los detalles pueden consultarse en el capítulo "Minería a cielo abierto"). Las instrucciones para la preparación y transporte de las materias primas figuran también en el correspondiente capítulo. Así como el tamaño de las instalaciones cerámicas puede variar mucho, su producción diaria fluctúa entre varios kilogramos en cerámica técnica, 10 a 50 t/día normalmente en cerámica fina y, como máximo, 450 t/día en la industria del ladrillo. Dado que muchas empresas operan en sectores de producción variados, la producción total de las fábricas es a menudo mayor que la producción diaria típica para un producto determinado.
Las industrias de cerámica fina y de construcción utilizan como materia prima básica todo tipo de arcillas y caolines, así como chamota (arcilla cocida), feldespatos y arenas. La industria de materiales refractarios y de abrasivos y la cerámica técnica utilizan, además, otros muchos óxidos resistentes a altas temperaturas o a la abrasión, por ejemplo, corindón (Al2O3), óxido de circonio (ZrO2) o carburo de silicio (SiC).
Las empresas tienden cada vez más a utilizar no sólo sus propias materias primas, cercanas a la empresa, sino también a comprarlas ya preparadas, sobre todo para productos refractarios, abrasivos y cerámica técnica, así como las materias primas necesarias para el vidriado y fritado.
En los procesos de producción de cerámica de construcción y fina es típico el esquema operativo siguiente:
Obtención, preparación, conformación, secado, a veces vidriado o engobe, cochura, clasificación/embalaje y transporte.

Impacto ambiental de los textiles.


IMPACTO AMBIENTAL DE LOS TEXTILES.

En los procesos de ennoblecimiento textil se producen también emisiones de gases y de vapores debidas a las operaciones de tintado y secado, con un olor similar al existente en una lavandería. Estas operaciones de carácter más bien general, sin embargo no producen de hecho una contaminación del medio ambiente.

Más desagradable y sospechoso es el aire que se produce en la operación de termo fijación de artículos de fibras sintéticas. Aquí se expulsan al aire olí gomeros de las fibras y fragmentos de productos alisantes (entre otros, óxido de etileno), lo que puede suponer hasta un 0,2% del peso de la mercancía. Mediante la incorporación de instalaciones recuperadoras del calor, exigibles en cualquier caso por razones energéticas, se retiene una parte considerable como condensado oleaginoso. Sin embargo, al realizar la limpieza (limpiadores de alta presión), estas sustancias van a parar también a las aguas residuales.

En relación con el acabado de alta calidad de artículos de algodón, puede surgir formaldehído, una sustancia de efectos lacrimógenos e irritantes para la piel. Gracias al uso de modernos productos eterificados con bajo contenido de formaldehído, exigibles también por su compatibilidad fisiológica, se ha reducido considerablemente la carga de formaldehído.

Para la limpieza del aire de salida de las ramas tensoras se utilizan en Europa, cada vez con mayor frecuencia, las instalaciones de postcombustión térmica y/o catalítica. En ellas se queman las sustancias orgánicas tóxicas convirtiéndose en CO2 y NOx.

Otra fuente de emisiones de gases y vapores son las instalaciones de revestimiento: en ellas se producen disolventes. Una solución simple para eliminarlos -siempre y cuando no se trate de hidrocarburos clorados- es por medio del aire de combustión en la planta de calderas.

Impacto amibental de los plásticos


IMPACTO AMBIENTAL DE LOS PLÁSTICOS

En los últimos años, el consumo de plásticos ha tenido un gran crecimiento debido a las innumerables aplicaciones que tienen hoy en día. A pesar de esto, la contribución que hacen a los residuos domésticos, es pequeña porque constituyen tan solo un 7% en peso.

A menudo, los plásticos se consideran materiales de corta vida aunque dejan gran cantidad de residuos. Esto hace que tienen las cualidades para satisfacer los requisitos de las personas.

Los estudios de diferentes países, han constado solo la 5 parte de los plásticos tienen la duración inferior a un año. La conclusión a la que se llega es que la cantidad de plásticos generados cada año es inferior a la cantidad consumida , porque los artículos de larga duración necesitan un largo tiempo para convertirse en residuos. Hay que decir en Europa occidental se recuperan más de la quinta parte de los plásticos usados, el 7% es reciclado y el 15% es procesado para recuperar su poder energético.

Para hacer una valoración profunda del impacto ambiental que los plásticos producen, no nos podemos limitar con ver los efectos ambientales que se originan en la eliminación final de los residuos, sino que hay que hacer un análisis detallado de los impactos producidos a lo largo de su ciclo de vida. En este eco balance se debe incluir tanto el consumo total de materias primas como la energía consumida en la producción, así como el transporte y la eliminación, emisiones, vertidos, etc.

Consideremos detalladamente algunas características que definen a los plásticos desde el momento que se producen, para más tarde llegar a una conclusión y poder evaluar en que medida son materiales contaminantes.

Si partimos de la producción, el plástico necesita menos recursos energéticos que otros sectores. Actualmente en Europa Occidental solo el 4% del petróleo es usado para la elaboración de plásticos, mientras que el 86% se destina al transporte, calefacción y energía. Si comparamos la cantidad de energía que se necesita para elaborar materiales de plástico o de vidrio, es importante señalar que para producir 1000 botellas de plástico se necesitan 100 kilogramos de petróleo, mientras que en la producción de vidrio se necesitan 230 kilogramos de petróleo. Esto quiere decir que en la producción de plástico se ahorra un 57% de la energía por unidad de envase, no por kilo.

El plástico, por su ligereza no produce gran impacto ambiental, en cuanto al transporte. Se puede ahorrar un 39% del combustible si el agua mineral se reparte en envasada en plástico, comparándolo con el vidrio. Este ahorro de combustible tiene como consecuencia que los niveles de contaminación atmosférica también disminuyan.

Vemos por lo tanto que en el caso del transporte, el plástico tampoco supone un gran problema de impacto ambiental. Vemos por último, que ocurre cuando se eliminan los residuos. En este caso los plásticos pueden ser también recuperados para su reciclado, como ocurre con otros materiales. El problema se centra en que, bajo el nombre genérico de "plásticos" se encuentran numerosos tipos que, en ocasione, no aceptan tratamientos homogéneos y exigen su segregación, con los costos consiguientes. Debido a la complejidad de su estructura, son más difíciles de reciclar que otros materiales.
La recuperación energética de los plásticos es una vía practica, y muy utilizada en Europa, pero poco en nuestro país por la falta de infraestructuras de incineración de residuos. En este sentido hay que decir que aunque los plásticos constituyen solo el 7% de los residuos sólidos urbanos, producen el 50% de la energía recuperable, durante su combustión.

Los plásticos que segregamos selectivamente o aquellos que van al cubo de la basura y que tienen la suerte de ser procesados en centros de recuperación y reciclado, pueden ser reciclados, con las problemáticas antes enunciadas. Tras separar los diversos tipos y llegar a calidades homogéneas, el proceso de recuperación es sencillo. Lavado, triturado, homogeneizado, extrusión y graneado. Esta solución teórica no esta exenta de problemas, según el uso que haya tenido el material plástico, El usado en invernaderos puede llegar a tener niveles de suciedad que hagan inviable o no rentable estos procesos.

El principal problema para su reciclado, es la contaminación por otros residuos o materiales. Para poder someterlos al proceso de reciclado es necesario aplicar fuertes inversiones en tecnologías de lavado y separación, lo cual implica que el proceso sea costoso. Además, es necesario mencionar que hay determinados plásticos que por ser termoestables, necesitan de unos métodos químicos específicos que hacen incrementar aún más los costes. Por eso ante esta situación, y tras un análisis de eco balance aplicado a las distintas opciones de gestión, está demostrado que el reciclado no es siempre la mejor opción.

Como siempre hay que tener alternativas para todo, también en este ámbito contamos con una opción no menos importante, que es la incineración con recuperación energética. Este sistema es también conocido como recuperación térmica y nos permite reducir considerablemente el volumen de residuos sólidos que van a vertederos, y recuperar el valor calorífico de los plásticos contenidos en los residuos, que equivalen a combustibles como el gas natural o el fuel-oil. En estos procesos debe prestarse una especial atención a los posibles riesgos de emisiones en la combustión de dioxinas y furanos que suelen asociarse a materiales con cloro en su composición, lo que ocurre en algunos materiales plásticos.
Vemos, pues, ante todo lo dicho anteriormente, que es necesaria una normativa que regule las gestiones del tratamiento de plásticos. España es uno de los países europeos que tiene más arraigada la utilización de los vertederos como solución ambiental al problema de los residuos. Por ello las vías de incineración son poco aplicables, siendo el reciclado la única vía útil por el momento. Muchos vertederos no se ajustan a la totalidad de la actual directiva 1999/317/CE, y precisan inversiones y modificaciones. Es buen momento para revisar la actual política sobre vertederos dando una buen vía de recuperación a los residuos plásticos.

Estos problemas descritos anteriormente, derivados del vertido de residuos plásticos, están provocando un debate técnico, social y cultural en el ámbito mundial, que redundara en soluciones practicas de futuro, mejorando la recuperación de estos materiales y la protección ambiental de nuestro entorno.